¿Acaso apareció de la nada?, nadie lo invitó a pasar.
Nadie me alertó, solo vino y dispuso quedarse.
Para siempre.
¿Por qué nadie lo vio? Ni siquiera me advirtieron.
Tuve que intuirlo y siendo franca de frente dije que no.
Pero no lo conocía.
Insistió e insistió.
Entonces dije tal vez.
¿Acaso me crees tonta? Jamás te hablaría.
Personas como tú ya conocía y las quería lejos, bien lejos.
Nunca cerca.
Mucho menos de mi corazón.
Pero las cosas pasan por algo ¿No?
Es que dije “nunca”
Y decir “nunca” es un arma de doble filo.
Al permitirme conocerlo.
Se me despegaron los pies del piso.
Tienes razón, soy una tonta.
Y ahora estás en mi corazón.
¿Será un cuento de hadas?
Nunca me creí esas historias porque siempre terminan mal.
“Jamás encontrarás a tu príncipe”
Pero tú viniste, sin prevenirlo, y aunque no quería nada, insististe.
¿Eras tú o fue un impulso divino?
Parece un cuento de hadas
Parece un cuento de hadas
Que se convirtió en realidad de la nada.
Porque ahora no puedo dejar de quererte.
Aunque tengo un sin fin de preguntas.
Llego a una conclusión
Nunca digas nunca
Porque nunca sabes que va a pasar.
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