Cuando miro hacia el pasado me doy cuenta lo rápido que pasa el tiempo. Cada día, cada segundo, cada minuto, el tiempo simplemente corre. Parece que fuera ayer cuando me encontraba en mi casa en miraflores, a los seis años, haciéndome la desmayada al ver mi nueva bicicleta, parece que fuera ayer cuando cumplí los siete y me hicieron LA fiesta infantil, con la dalina del momento, globos y serpentinas. Cada mudanza, cada cumpleaños, mi cambio de colegio, el privilegio de recibir a Jesús, mis nuevas amigas, mis nuevos retos. El tiempo vuela, y todo pasa derrepente. Te agarra desprevenido y no lo pudiste disfrutar. Luego me doy cuenta que estoy en el presente, que tengo 22 y que pierdo tiempo recordando el pasado, que me queda aun mucho tiempo y que la meta está delante.
El reloj corre y el mundo te dice que aproveches cada minuto, que no la pienses tanto, que vivas la vida, que no esperes más. Cada día nos hacemos más viejos, las arrugas aparecen, la juventud se acaba, y en un abrir y cerrar los ojos ya tendré 30! parece lejano, pero está a la vuelta de la esquina. y siendo sincera, no me imagino ser tan tía, jajajaja, pero es la realidad y así será. ¿Cuánto tiempo nos queda en esta vida? ¿50 años más? y eso que no sabes lo que puede pasar mañana! Wow! no es nada, falta poco!! yo que tú, ya iría ahorrando para separar mi nicho.
Pero aquí estamos, tratando de disfrutar el presente al máximo, olvidando el pasado, no pensando en el futuro, porque no sabes lo que te deparará. Pero ¿En serio no lo sabemos?
Hoy he decidido no afanarme por el mañana, pero sí estar expectante, tomando desiciones correctas para el futuro. Porque para los que no saben, la vida no queda acá. Para todos los que creemos en Jesús y en Su palabra, sabemos que hay vida después de esta vida. Vida eterna. Y no es ningún floro. Que cada desición que tomas en el presente es crucial para vivir en los siguientes días con gozo y paz, que esta vida es un tiempo de preparación para algo mucho más increíble, más grande, esta vida es como una universidad.
Sí, es verdad, no debemos perder tiempo, pero también es verdad que Dios nos llama a esperar. No importa que tan rápido llegues a la meta, importa el cómo llegues. Yo estoy expectante, porque mientras para otros el correr del reloj es angustiante y deben hacerlo todo, probar de todo,arriesgarse a todo, nosotros vivimos en el tiempo de Dios y cada día que pasa nos acercamos más a Su amor y a Su plan perfecto. ¿Y saben qué? el tiempo de Dios no entiende de limitaciones. Él sabe cómo y cuando acabarán nuestras vidas, él nos escogió, nos llamó. Él tiene el control.
Si sientes que el tiempo te agobia, que hace falta tiempo para todo, que te angustia el tener que esperar. Pues tengo grandes noticias para tí: Dios te llama a ser Valiente, y a buscarlo cada día más. Mientras más cosas tengas qué hacer, mientras más conflictos tengas día a día, dedícale más tiempo a ÉL y verás que en medio de las cucuhmil actividades, de las ochocientas incógnitas de la vida, y de los nueve mil temores al futuro, Dios te organizará, organizará tu tiempo, guardará tu mente y tu corazón, y aprenderás a Esperar. Porque cuando decides vivir para Él, y esperar en EL, oh sorpresa! experimentas paz, esa paz que sobrepasa todo entendimiento y no dejas de contar los minutos para llegar a verlo y vivir con EL, es esperanzador! y esa esperanza no averguenza, por el contrario, te purifica, te lleva a ser mejor, a vivir mejor, no a vivir la vida porque se nos va la vida, sino a vivirla con prudencia y bien porque ayayay!!! la vida que se nos viene es mucho mejor! ¿y tú, qué esperas? Te animo a incertarte en la Universidad de Dios, matricúlate hoy, será dífícil, te toma exámenes constantemente, pero si estudias a conciencia y con responsabilidad, te enseña mucho!!
Si ya estás en la universidad de Dios no lo tomes a la ligera, sácate la mugre!!!, no pases por pasar, no hagas trampa, no justifiques tus trampas, no pases con 11, compite por ser el mejor, esfuérzate y se valiente y al terminarla estarás preparado para vivir una nueva etapa, una nueva vida con él.
Ánimos! nunca es tarde, empieza a vivir en el Tiempo eterno de Dios.
Eclesiastés3: "Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora" v1 ....Todo lo hizo hermoso en su tiempo, y ha puesto eternidad, en el corazón del hombre, sin que este alcance a comprender la obra hecha por Dios, desde el principio hasta el fin."v11.
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