Grito. Grito y muero
Muero y revivo. Estoy en el cielo.
Caigo, me caigo y me duele. El dolor no soporto.
Así que huyo. De cualquier forma. De la forma posible. Solo yo puedo
Posibles las cosas, nada imposible, porque así me siento.
Y me siento y medito. Sin pedir que uno opine.
Medito en la silla.
En esa silla vacía, de madera y oscura.
Ideas oscuras, no claras, vanalesideas. locas ideas. Estoy confundido.
Confundo lo bueno, confundo lo malo, todo es malo todo es bueno.
Y ahora miento. Miento con viento fresco.
Con amor de mentiras. Miento con sinceridad.
Porque así lo siento, porque así me siento. Porque como me siento me muevo.
Pero luego lloro. Porque sentir no basta. Porque no pienso. No pienso y no quiero.
Corro, porque se me va la vida. Porque la vida es una y porque en una me olvida.
Vivo y me arriesgo. Olvido el riesgo.
Y soy ejemplo. Ejemplo a no seguir. A no seguir mintiendo. Engaño al mundo porque eso creo y siento, porque así me siento. No estoy fingiendo.
Fingidos y susurros. La oreja roja. Roja como la sangre. Sangre inocente, sangre que duele.
Grito, grito fuerte y muero nuevamente.
Despierta, soy inocente.
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