A ti, al segundo hombre que me vio nacer, al único niño que cuidó de mí, al único chico que me vio crecer.
A ti, que a pesar de las distancias siempre te acordaste de mí, quién nunca se fijó en él primero sino eran antes los demás. A ti, que lloraste conmigo y que también me viste feliz.
A ti, al que nunca dijo nada cuando algo andaba mal, sólo estuviste a mi lado. Que a pesar de mis errores buscaste enseñarme a vivir. Gracias te doy por comprenderme y porque aún estas aquí.
A ti por decirme siempre no, y nunca dejarme ir, por cuidarme y protegerme más que mis propios padres, aunque no te correspondía a ti.
A ti, por decirme lo que ayer jamás habría de entender, por explicarme bien las cosas y no hacerlas color de rosa, por sentirte mi papá y no permitirme escapar, por enseñarme a volar sin que vaya tropezar.
A ti, te agradezco por lo que eres, por cómo te llamas y como te apellidas, por los genes que llevas en la sangre gracias porque eres mi sangre, gracias por ser antes de mí.
Gracias te doy por acercarte en los momentos que nadie se atrevió a acercarse, gracias porque en los problemas que tenía tu me mostrabas lo que no veía, el lado bueno de lo sucedido, el propósito de lo peor.
Gracias te doy por dar, sin esperar recibir, por perseverar en tu trabajo, por tu responsabilidad, gracias por ser fiel a tus raíces, por nunca dejarte llevar, por tener presente a Dios en tu vida y por vivir con dignidad.
Por confesarte débil y sencillo, porque me haces ver la verdad, por no decirme “tú eres la mejor”, pero saber que pase lo que pase me amarás, por darme la mano más de una vez, por corregir a mi familia, por ayudar a mi papá a crecer, por ayudar a mi mamá a ver distinta la vida, por hacerlos abuelos en el tiempo perfecto, mil gracias a ti.
Gracias por ocuparte de mí, por lo bien que me sentía al jugar contigo, por lo mal que me hacía pelear contigo, gracias por quererme así.
A ti, al que nunca dejó de cuidarme, que nunca deja de ayudarme que siempre está ahí y aunque algún día deje de estarlo, sé que orará por mí.
A ti, por darme siempre el ejemplo, por levantarme la moral, por regalarme a Mateo por dejarlo cargar. Por tener una esposa tan bella, que con su sonrisa me llena, por el segundo hijo que se viene, estoy tan feliz por ti.
A ti, porque ahora te toca cuidar a los tuyos, porque a mi me tocará velar por ellos. porque eres el mejor del mundo!!!
!Gracias!
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