Las promesas que hace en Su palabra te prometen ríos de agua viva... en tu interior.
No te garantiza tener éxito, felicidad, dinero o poder en esta vida, no te garantiza tener una salud maravillosa todo el tiempo, no quiere decir que te irá mejor que los demás. (y si algo de esto tienes es pura GRACIA!)
Recuerda que Jesús te promete vida eterna, por siempre estar a Su lado luego de que mueras, que tienes acceso seguro al Padre por medio de la fe en Cristo.
Recuerda que nadie te condena y más bien Él siempre te perdona.
No olvides que Jesús intercede por ti, que Dios te ama y te ha limpiado, que lo que pases en esta vida, problemas de todo tipo no se comparan con todo lo que tienes esperándote en el cielo.
Y es por eso, y solo por eso, que tu vida aquí está llena de risas, de optimismo, de amor. Porque ves paz en medio de todo, porque lo miras siempre a El.
No desviemos nuestra mirada de Jesús.
Somos ricos y con Él no nos falta nada, los frutos de Su Espíritu están en nosotros y eso nos da demasiada satisfacción.
No se tú pero yo al final del día, siempre me acuesto y no paro de agradecer, porque veo a mi alrededor y en medio del caos está siempre El.
Nos regala tanto!!
Y aunque pases por cualquier dificultad en esta vida, recuerda que si Crees en Cristo y amas Su palabra, no hay nada que temer.
Solo sonríe y enfrenta todo con fe.
Pase lo que pase, el resultado final siempre será el mismo: VER SU GLORIA Y CUANDO MUERAS, VERLO A EL!!!
Recuerda que todas sus promesas son para la eternidad y para tu interior.
Así que vive confiado y prepárate para que en las dificultades solo camines junto a El y crezcas por dentro.
Porque podemos tener nada en este mundo, pero si tenemos a Cristo...SOMOS RICOS EN LA ETERNIDAD.
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