viernes, 4 de mayo de 2012

Decisiones y Claridad

Las decisiones de hoy son más difíciles.
No tengo idea de qué hacer ahora, estoy confundida.
Saben, se siente extraño decir “confundida” porque casi nunca lo he estado.

Pero ahora cada vez que pienso en lo que soy me pregunto si realmente era aquí a donde quería llegar. Soy apenas una adulta. Seguiré recorriendo el camino claro, pero no se exactamente cómo voy. Leo y medito un rato sobre esto y me pongo más nerviosa.

Porque las respuestas que solía escuchar no me satisfacen más, porque las experiencias de mis amigos y familiares solo alimentan mis ganas de yo también querer equivocarme y experimentar.

Es que poniéndome a pensar siempre he sido correcta en todo. Desde mi adolescencia he hecho lo que social y moralmente es “correcto” y yo he estado 100% convencida de que ese camino es el mejor. Pero ahora es más difícil, ahora todo está nublado y siento que no puedo distinguirlo bien. 
Y empiezo a cuestionar.

Pero cada vez que cuestiono regreso a lo mismo. Aunque me parece muy válido y saludable cuestionar, llego a conclusiones posibles pero peligrosas, siempre terminando mal o recordando las experiencias pasadas. Y empiezo a gruñir de impotencia, porque me muero de ganas de equivocarme, pero luego sé que terminaré muy mal, claro siempre está la posibilidad de ponerme nuevamente de pie y continuar, pero es que me parece ridículo dar ese paso, poner mi pie en la mina si ya sé cual es el final. (O los posibles finales), ¿saben? La verdad te hace libre, pero también te da una gran responsabilidad, mientras más sabes más responsable eres de lo que harás con ese conocimiento.

Me pongo a pensar la cantidad de veces que he tenido la oportunidad de decidir tantas cosas, decir sí a todo lo que se me venga adelante, de confiar en el brother de la esquina solo porque era “cool” de irme a lugares donde no “debería” haber ido y de decir cosas que para todos es normal y hasta divertido (sí, conversaciones que te incluyen dentro de un círculo social muy chévere) pero no pues, porque simplemente no creo en eso. Yo no me creo el cuento de esta sociedad: vive tu vida, has lo que te de la gana, ten sexo con quien quieras en el momento que quieras, prueba de todo y luego comprométete, luego arregla todo eso que hiciste en la juventud y ya cuando tengas 30 y tantos te estableces, pero una vez conocido todo, todito, ya no tienes nada que perder. Me pregunto, ¿tengo que probar drogas para saber que me puede hacer daño? ¿Tengo que tener sexo con más de una persona para sentir diferentes sensaciones y así elegir? Y qué si ya encontré el amor de mi vida ¿Tengo que dejarlo solo porque debo probar otras cosas? O peor aún, estar a escondidas con otras personas, sin que él lo sepa, talvez solo filtrear por internet, o dejar que mi novio vea porno porque así es la sociedad. 

¿Qué tan importante es probar otras razas, personalidades, tamaños, formas o colores? ¿Y qué si no?, variedad habrá de todas maneras y siempre mejores personas que uno, si te pasas la vida experimentando, talvez sea demasiado tarde para darte cuenta que esa persona que realmente tenías a tu lado ya no está, que esa vida tranquila y llena de paz que tenías se disolvió en el momento que te viste enredada en tus propias pasiones y deseos egoístas de querer divertirte, un momento de placer por una vida llena de paz junto a tus seres queridos ( aun mas plena y tb divertida).

Muchos llaman a esto una “doble moral” la sociedad cucufata que no quiere aceptar que en el fondo se mueren de ganas por hacer cosas que no son “políticamente” correctas. 
Por supuesto que hay gente hipócrita y que te juzgan y te condenan  de muchas cosas cuando ellos mismos lo hacen en secreto. Por supuesto que existe. Existe ese sentimiento de culpabilidad que te imponen si haces o dices algo mal cuando ellos mismos saben que no pueden dejar de hacerlo.

Pero la solución hacia eso no es eliminando la conciencia de tu vida.

La hipocresía de otros  justifica que entonces hagamos y digamos lo que queramos siempre sin medir consecuencias?

¿Acaso eso que estamos pensando o queriendo hacer, en el fondo no sabes que está mal?

¿No estamos justificando nuestra forma de pensar o actuar simplemente porque queremos hacerlo sin que nadie nos juzgue?

A pesar de lo que muchos piensan, SÍ EXISTE  un mínimo de personas que en verdad tienen las mejores intenciones de ser trasparentes y no dejarse llevar por la sociedad. Que en verdad sienten todos estos deseos propios del hombre por dentro pero se rehúsan a dejarse dominar por ellos.

No lo hacen por hipocrecía ni por miedo de esta sociedad moralista o por alguna imposición religiosa, sino por propia decisión, porque la conciencia les dice lo que es bueno y lo que no, hasta dónde llegar y hasta qué punto dejarlo.

Son personas que no quieren dejarse llevar por sus deseos más bajos porque la sociedad te dice "Haz lo que quieras".

Son personas que prefieren tener dominio propio y decidir decir no. Tener los límites claros y bien marcados, que no sólo piensan en su satisfacción a la hora de tomar una decisión, sino que piensan también en los demás, (o por lo menos en esa persona que pueden dañar). Es difícil, claro, es la decisión mas tranca, es casi imposible, pero no es imposible si crees realmente que una fuerza sobrenatural puede ayudarte a vivir de forma sobrenatural.

La decisión siempre estará en tus manos, uno tiene la libertad de hacer, pensar y decir lo que quiere en el momento que quiere y a la hora que quiere. Siempre y cuando no dañen a los demás ¿no? Bueno, me pregunto cómo se sentiría tu pareja si te ve con esa chica en el hotel, cómo se sentiría tu enamorado si te ve coqueteando en la oficina con "el cuerazo" ¿Te gustaría que lo haga él también? ¿Cómo se sentiría tu hija si te viera drogándose en el baño? (tal vez la invitarías a probarlas, ¿no?) ¿Cómo se sentiría tu hijo al ver que la plata que traes a tu casa es plata sucia por negocios turbios?

 La imagen se desdibuja.

Y sí somos humanos y claro que vamos a fallar. Pero el punto es decir:

 “Sí, fallé, miro atrás y ya no lo quiero volver a hacer” en lugar de decir: “Bueno pues, yo soy así y no lo puedo cambiar, además  todo el mundo lo hace, porqué no dejarme llevar y probar”.

No todos los hombres son iguales, no todas las mujeres somos iguales. Tenemos sueños, deseos y claro, queremos encontrar la felicidad. 

Pero no busques ni decidas en el camino fácil, empieza a mirar un poco más allá de lo que la sociedad te dice. Más allá de la belleza, el éxito profesional, la moda, la plata o la diversión, miremos más allá. 
No sigas llenando ese vacío con cosas placenteras pero momentáneas, que al final te prometen mucho pero te terminan hundiendo lenta, pausada y sutilmente, ni siquiera lo notas. No te dejes llevar tan fácilmente, dale chance a esas decisiones que crees que son "extrañas" de "lornas" del menos cool.

Y si eres un poco más abierto, empieza a pensar que de repente, en el fondo de todo esto, el problema es que hemos dejado a Dios. Es que todos dicen que Él no existe o que simplemente no le interesamos. Es malo y permite terremotos, nos castiga, permite la muerte, las injusticias, las violaciones y la pobreza, a él no le interesamos. ¿Porqué permite el mal?

Dejemos de culpar a Dios por las desgracias que  el hombre ha hecho, dejemos de pensar que el hombre es la creación máxima. Creo que justamente es por creer en que somos únicos y lo máximo, por descartar a Dios y sus anhelos de nuestras vidas, nos ocurrió y sigue ocurriendo esto. 

Es por hacer lo que nuestros deseos más bajos nos dictan, justificándolas como religión o como ateísmo, que hay tanto caos y maldad. 

Dios lo permite, por supuesto, porque nosotros le hemos dicho "no hagas nada, tú no existes, déjanos todo a nosotros, eres solo una invención", y así empezamos a hacer las cosas,  prefiriendo tener más dinero sin importar el otro, comenzando con la explotación, o teniendo sexo con la de al lado, pero teniendo a "la firme" en nuestra propia casa, hay miles de ejemplos que hace que el mundo se mueva de esta manera, que gire sin encontrar una verdadera solución.  

La solución no es dejar que todo  fluya, es seguir luchando contra estos deseos y sentimientos en nuestro interior, seguir buscando el bien en todas sus dimensiones. Pero soy consciente que solos no es la voz, necesitamos a Dios. 

Su poder es sobrenatural, y ya muchos han elegido creerle y acercarse, aceptar sus límites para nuestras vidas y han descubierto el verdadero significado y sentido a la vida, mas allá de lo que se podían imaginar. Más allá de lo que me puedo imaginar. Wow, en serio todo se está aclarando.

Pero no es el camino fácil, es el más tranca. Tenemos que decidir. Como todo en esta vida.

Leyendo cómo empecé este post, me doy cuenta que las dudas se me va desvaneciendo poco a poco. Que tengo conflictos internos, deseos de revelarme, de hacer lo opuesto a lo bueno. He visto todo de forma horizontal, pero ahora alzo mi rostro y veo en forma vertical, de aquí la tierra hacia arriba,  y me convenzo cada día más, que no vale la pena alejarse de El.

No te dejes llevar por tus deseos más bajos, lucha contra ellos!!! Eso no es hipocresía, es entender que el hombre es pecador y que solo no se puede, que necesitamos ayuda!

Y el reconocer que estás enfermo es el inicio de la sanidad.

http://www.youtube.com/watch?v=ykOAOOJY3Mw

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